martes, 29 de noviembre de 2016

Sobre SafeCreative y cómo mantener a salvo nuestras creaciones.

¡Hola a todos!

Hoy os quiero hablar sobre lo que hay después de pasar varios meses (o puede que años) trabajando en algo, bien sea una novela o cualquier otro proyecto. Lo último que queremos es ver que otra persona se lleva el mérito y nos arrebata esa parte de nosotros que, tanto nos ha costado crear. Es por ello que no debemos dejarnos arrastrar por la ansiedad, al enviar manuscritos a editoriales o colgarlos en Internet, sin antes haberlos registrado.

He leído algunos casos sobre autores que envían sus obras, con buena fe y tras no recibir ninguna respuesta, ven sus novelas publicadas bajo otro nombre; también hay otro caso en el que el autor fue a inscribir su obra en la plataforma de Amazon, encontrando que alguien ya había subido ese mismo libro, incluso con la misma portada. En ésta última situación, el autor tenía registrada su obra con SafeCreative y tan solo tuvo que enviar a Amazon la nota informativa de su novela, consiguiendo que retirasen inmediatamente la obra de la otra persona y evitando largos conflictos en los juzgados.

He de admitir que, al ver finalizada mi novela, fui presa de esa ansiedad. Afortunadamente, pude controlarla gracias a que el evento que organizaban en Zaragoza, con motivo del concurso anual de NaNowrimo, se celebraba pocos días más tarde. Después de la charla, me convencieron y decidí que esa opción era realmente buena.

Esa misma tarde, la novela estaba registrada con mi nombre.

Sentí una seguridad inmensa al saber que ya había dado el primer paso, después de la última palabra en la novela y también, vi como se abría otro gran abismo ante mis pies. Ahora me tocaba comenzar a buscar la mejor manera de publicar.

Ya me adelanté al contaros sobre la idea del crowdfunding pero, os detallaré con detenimiento cómo fue evolucionando esa idea y lo que es ahora en la siguiente entrada.

martes, 22 de noviembre de 2016

Una pincelada de mí vida.

Mi nombre es Andrea Ángel Alzate, nací en Colombia el 18 de mayo de 1994. Aunque he pasado más de la mitad de mi vida en diferentes lugares de España, mi residencia actual se encuentra en Zaragoza, donde trabajo como Tripulante de Cabina de Pasajeros o azafata de vuelo, como se conoce comúnmente.

Cuando tenía apenas 12 años, estalló una fiebre lectora en mi clase del instituto, ocasionada por una saga fantástica. Comenzamos a escribir pequeñas historias de amor y magia en nuestras agendas, que acabaron por convertirse en relatos más grandes, ya sobre el papel. Participé en diferentes concursos a los largo de la secundaria, llegando a ganar el primer premio de Aragón, en uno presentado por Coca-Cola y una mención finalista en un certamen de poesía de mi localidad.

Durante muchos años, dejé que el mundo de la escritura se perdiera en el fondo de mi mente, pues me veía sobrepasada por asuntos familiares y pese a que, en ese rincón encontraba refugio, pronto lo único que hubo fue un reflejo de mis malos pensamientos. Fueron muchos años los que me mantuve con esa espina clavada hasta que, gracias a la libertad que me proporcionaba el trabajo, volví a sentir el deseo de escribir y de continuar donde lo había dejado. Ahora por fin, puedo decir que la escritura me ha salvado.


Somos seres de luz, no materia cruda.

Un sueño entre líneas rojas.

¡Hola a todos!


En la última entrada, os hablé sobre el dilema en el que me encontraba, ahora que ya he terminado la novela. Pues bien, para soportar un poco mejor la espera, ayer estuve tocando el blog, deseando crear un entorno más agradable para todos. Hoy os saludo después de una pequeña modificación en su aspecto que, os haga más fácil encontrar las cosas que queráis ver sobre mí. Ha sido algo sencillo, lo cierto es que tampoco quería complicarme mucho pero, ahora contamos con dos pestañas nuevas, en las que podréis encontrar algunos de mis relatos y de mis poemas.

Pronto añadiré otra en el que hablaré sobre la novela: encontraréis algunas descripciones, la sinopsis e incluso, el primer capítulo. Como ya sabéis, dejaré un pequeño apartado para que podáis escribir vuestras opiniones y comentarme cualquier duda que os pueda surgir. En esta próxima entrada, os explicaré un poco mejor sobre los métodos que he utilizado para registrarla, editarla, publicarla..., etc. Así, si alguno de vosotros ha terminado su manuscrito y no sabe cuál ha de ser su siguiente paso, podrá encontrar una pequeña "guía" para otros escritores noveles, basada en mi breve experiencia, sobre lo que es más recomendable una vez hemos llegado a este punto.

Me despido hoy, compartiendo con vosotros un poema con el que participé en un concurso para el Bicentenario de la guerra de independencia contra los franceses. Una conmemoración a la batalla que tuvo lugar en la localidad turolense de Alcañiz, el 23 de mayo de 1809.


ACERO Y FUEGO

En nombre de una patria perdida,
Dulce anhelo del patriotismo
Sangre de miles derramada.
Espadas centelleantes luciendo bajo las capas.

Los viñedos hurtando vidas a los condenados;
Ávidos y poderosos derramábanse con sus pasos.
El conquistador avieso, como loco desesperado,
Bajo el llano pidió otra espada.

En el cielo brillando puro fuego desatado;
Mediante olas fugaces, la furia desmedida.
Suave murmurar de avanzantes cañones.

Flaqueante despertar de simples villanos.
Sintiéndo llgar un corazón humano,
Golpearon rabiosos al yugo comedido.

Desde la tierra hasta el cielo,
Todos unidos bajo el mismo cielo.


¡Este poema resultó ser finalista del certamen! Mi familia y yo disfrutamos de una mañana agradable en la que se leyeron tanto los poemas ganadores, como los nuestros. Si no recuerdo mal, ese fue el primer concurso literario en el que participé.



¡Espero que disfrutéis de esta aventura, tanto como yo!



ACERO Y FUEGO - 
(c) - 
Andrea Ángel Alzate 

jueves, 17 de noviembre de 2016

Con un manuscrito en las manos... al borde del abismo.

¡Hola a todos!

Hoy quiero daros las gracias por permanecer aquí, observando cómo crece este pequeño espacio y perdiéndoos durante unos segundos conmigo, en la profundidad de mi mente.

Como muchos ya sabréis, llevo escribiendo desde hace ya 8 años... ¡WOW! Vaya cantidad de tiempo, ¿no? Al margen de haber participado en algunos concursos de poesía y narrativa o de lo que hayáis leído aquí, hoy por fin puedo decir que, mi primera novela ya está terminada.

Bueno..., en realidad, no es justo para mí o para el resto de mis obras (historias que nunca verán la luz). La historia de este 2016, es algo que lleva creciendo durante estos años. He creído en muchos momentos de mi vida que ya estaba acabada pero, siempre he decidido guardarla a buen recaudo. Este universo ha cambiado y crecido hasta transformarse en lo que, por fin hoy, puedo llamar "terminado". 

Después de largos meses, pensando hasta la última palabra, sintiendo que dejo parte de mi piel en el teclado y en el papel, he puesto el último punto. Y seguramente, como a muchos antes que a mí, surgió una pregunta en mi mente, ¿y ahora qué? ¿Qué hay después del manuscrito? Pues veréis, lo que estoy encontrando es un frenesí de información, que no solo podría mermar la ilusión y las expectativas de cualquiera, si no volvernos locos.

Desde la opción tradicional, que consiste en enviar tu manuscrito a las editoriales y esperar una respuesta (que a lo mejor nunca llega), hasta auto publicarlo. Bien, la primera opción no tiene misterio, envías el manuscrito y esperas. Ésta es la que menos me atrae, por el hecho de no saber si voy a recibir una respuesta o de si voy a resultar apta para sus contenidos; la segunda opción se divide en otras cuantas, pero yo las separo en dos:

  • Publicar con una editorial y aceptar los costes de toda la campaña, tanto de marketing, maquetación, corrección, ISBN...

  • O hacerlo mediante crowdfunding.


¿Qué es el crowdfunding?

Es un sistema de financiación colectivo, en el que un patrocinador o mecenas, apoya un proyecto (en este caso, nuestra novela). Pentian es una de las plataformas especializadas en libros, donde los mecenas, además de recibir premios, forman parte de la edición de la obra, lo que les proporciona un  % de las ventas.

Así que, ya veis, este es el dilema que me roba el sueño. Si alguno de vosotros se ha enfrentado también a esta decisión, me gustaría que la compartierais con nosotros o si por el contrario, queréis ofrecerme vuestras opiniones, no olvidéis dejar comentario en la entrada.

!Os mantendré informados sobre mi decisión! 




Manteneos cerca de la luz.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Cuando ya nada me atrapa.

Antes de realizar un cambio siempre hay un momento en el que no encuentras oxígeno para levantar el puño.


Siempre es una ventana. Una ventana translúcida que solo me permite apreciar formas y colores, nada más. No sé qué es lo que hay fuera, no sé tan siquiera si hay algo.

Sin embargo, siento que una corriente me arrastra, me atrapa y no me permite ver otra cosa diferente a la brillante superficie que quiero atravesar.

Un suspiro.

Una tormenta.

Y fuego. Una corona de llamas se transforma en su marco cuando intento golpear la ventana... Intento, porque mis brazos se crispan como si ya no fuera dueña de sus movimientos; siento el esfuerzo en la cara, en el cuello..., en todo mi ser y continuó sin poder moverlos. Cuando desisto, la corona desaparece y vuelvo al silencio, a mi oscuridad, únicamente interrumpida por la luz de esa ventana y la promesa de lo que me esté esperando más allá..., en algún lugar.

Cierro los ojos y pienso en lo mucho que necesito levantar los brazos, en todo el tiempo que llevo rindiéndome ante el fuego pero, esta vez no permitiré que él calor me detenga. Esta vez no pararé.

Noto el cosquilleo familiar en los brazos y el deseo de parar me atenaza el vientre, como una soga fría que desaparecerá si decido parar y volver a perderme en el silencio. 

"¡Para!", dice una voz cuando logro mover el brazo. Fue un movimiento tan leve que, de no haber sido por ese susurro, hubiese creído que se trataba tan sólo de una ilusión.

"¡Más fuerte!", me digo. "¡Más fuerte!". Él cosquilleo pronto se transformó en dolor,  un dolor tan intenso que me provoca un grito; él grito lanza el espejo a otro nivel de profundidad.

"¡NO!"

Cada paso es un lamento. A medida que me acerco una parte de mí se perdía en la profundidad.

No podía girar la cabeza para observar qué era lo que ocurría, tan solo podía mirar hacia delante.

"¡Corre!"

"¡Para!"

La soga que me oprimía el estómago  se tensa, no voy a poder avanzar más. La corona de fuego brilla con fuerza, advirtiéndome... O dándome la bienvenida. Toda mi piel, mis músculos, todo mi cuerpo se rompe en el último esfuerzo; es un crujido que inunda toda aquella soledad; es el grito de alguien que por fin es libre.
Cuando por fin rozo con la punta de los dedos el espejo, veo una mano recibirme al otro lado...

                 ... Una mano que me salva.

La fuerza que buscas está escondida en el lugar más oscuro de tu mente.